Historia

Pastelería y Confitería Luis López de Sosoaga se fundó en el año 1868, por lo que transita ya hacia su quinta generación. Su apuesta innegociable por la calidad unida a la autenticidad de sus productos y la pasión por la elaboración artesanal sitúan a esta marca desde entonces como uno de los grandes referentes nacionales del sector pastelero y confitero.

Al margen del obrador, la empresa cuenta en estos momentos con tres pastelerías en Vitoria, sitas en las calles Rioja, Diputación y Fermín Lasuen, donde comercializa toda su gama de productos (chuchitos, bombones, tartas, trufas, turrones, canutillos, goxuas, repostería, bollería…) y da empleo a doce personas.

Historia Sosoaga

López de Sosoaga fue fundada en 1886 por Antonio López de Sosoaga, que abrió su primer local en la calle Portal del Rey, entonces dedicado a la elaboración y venta de confitería, especialmente mermeladas y membrillos. Curiosamente también tuvo un gran auge en este tiempo la venta de velas, que posteriormente daría paso al mercado de los pasteles por aquello de la tradición de acudir a los entierros provistos de estos dulces y velas.

Entrados ya en el año 1900, fue su hijo Luis quien asumió las riendas del negocio, trasladando como primera gran decisión aquel vetusto primer obrador a un local de cuidada estética en la calle Diputación, que aún hoy continúa abierto al público.

En un contexto de posguerra y racionamiento, el testigo de la tercera generación, a camino entre los años 30 y 40, lo asumió Antonio, sin embargo, fue en la época de su hijo Luis, bisnieto del fundador, donde el negocio se expandió con la apertura de nuevos locales y la puesta en marcha de un taller-obrador en el polígono de Uritiasolo.

A lo largo de su dilatada trayectoria empresarial, Luis Mª López de Sosoaga, en estos momentos en plena transición del negocio a su hijo Alex (5ª generación), ha recibido innumerables distinciones y reconocimientos como la Medalla de Oro de Barcelona y Castellón, el Celedón de Oro en 1998 o la distinción como Cofrade de Honor de la Patata Alavesa. También ha sido durante varias décadas presidente de la Asociación de Pasteleros de Álava, contribuyendo al impulso y reconocimiento de la pastelería alavesa como un referente en el sector.